Presupuestación
No es condición necesaria y suficiente el que haya una estrategia correctamente definida y personal adecuado, la ejecución también puede fallar si los procesos no son los adecuados. Existen gran cantidad de procesos que deben encontrarse alineados con la estrategia, pero hay uno que es especialmente importante, y este es el de la presupuestación. Es aquí donde marran muchas empresas pues no relacionan correctamente el presupuesto con la estrategia, y es en este escenario en donde se puede generar un GAP insalvable pues no se está dotando los recursos necesarios para alcanzar los objetivos estratégicos.
Nos encontramos con diferentes técnicas como el Presupuesto en Base Cero o el Activity Based Costing cuyo objetivo es valorar de forma dinámica las necesidades reales de acuerdo con la estrategia, en vez de encontrar una justificación para lo ya existente.
Otro proceso clave es la planificación anual, los denominados planes operativos que a diferencia de la estrategia, la cual debe contener muchas ideas y pocos detalles, éstos deben ser lo opuesto.
Indicadores de gestión
Por otra parte insistir en que la organización ha de contar con modelos y procesos que permitan verificar el cumplimiento de la estrategia para adoptar las medidas de ajuste necesario, para ello la mejor forma de realizar el seguimiento es mediante el alineamiento de objetivos dentro de la organización (top-down y bottom-up), y asociando a cada objetivo los indicadores clave de rendimiento que nos permitan ser conscientes de si se va bien encaminado o no. En este caso la organización ha de poner en marcha una labor de selección de indicadores clave.
Como conclusión final acerca de esta serie de posts dedicados a los GAP decir que con la gestión adecuada de los tres procesos: ejecución, estrategia, personas y operaciones, las organizaciones pueden reducir el gap entre lo planificado y lo ejecutado, y de esta forma conseguir una ventaja competitiva en algunos casos definitiva sobre nuestros competidores.