por David Lloret https://asesoresinquietos.com/
Soy autónomo.
Un autónomo no sabe ponerse malo.
Eso quiere decir que visito al médico de pacos a rabos.
No tengo nada contra los médicos.
Varios amigos míos lo son.
Lo que me pasa es que me desespera la sala de espera.
Si quedamos a una hora soy puntual como un clavo, me tratas y sigo a lo mío.
Todo bien.
Quedarse sentado esperando en una silla de plástico dos horas para atenderme la picadura de una medusa me afecta al humor.
Para que no me cambie mucho el humor suelo llevar algún libro.
Uno de los que me gusta ojear cuando voy al médico es «Patologías en las organizaciones» de Javier Fernández Aguado.
Es una enciclopedia de las enfermedades que suelen tener las empresas.
Describe algunas patologías como estrés, anorexia, miopía, esquizofrenia o depresión.
Y resulta que hay cura para estas enfermedades.
A las empresas les pasa lo que nos ocurre a las personas. Tenemos ilusiones, proyectos, hacemos muchas cosas bien y también tenemos imperfecciones y enfermedades.
Algunos dueños de negocio se centran en ver los balances de la empresa, revisan que los números salen, se quedan satisfechos y no ven más allá. Un día les dan por donde no se lo esperan y se llevan la empresa por delante.
Algunas empresas siguen haciendo las cosas como las han hecho siempre.
No escuchan bien.
Si una empresa deja de estar atenta no va a poder aprender ni mejorar.
Otras dicen que quieren hacer una cosa pero hacen otra. Se desvían de la meta a la que quieren llegar, se pierden, se marean, se agotan de trabajar tanto para no llegar a ningún sitio.
Así es normal que se les acabe la ilusión por el proyecto, convirtiendo a la empresa en un mero medio de vida.
Si quieres un chequeo de la salud de tu empresa
PROGRAMA DE DESARROLLO EMPRESARIAL
PD: Más que de tiritas y aspirinas, nosotros somos de pensar un poco, alimentarla bien y ponerla a hacer ejercicio.
PPD: Cuando una empresa se opera de cataratas ve el mundo de otra manera.
PPPD: No te hacemos esperar.
PPPPD: Tampoco recibimos en bata blanca.