Los comienzos siempre son difíciles.
Es lógico que en sus comienzos el C.E.O de una start-up se plantee externalizar la llevanza de la contabilidad y cualquier trámite administrativo en una asesoría fiscal, laboral y contable.
El motivo fundamental a que obedece dicha decisión es la poca complejidad que en un principio tiene la gestión de la empresa dado el tamaño y poca facturación inicial de la misma en la fase de despegue de la actividad.
Cuando cambia el escenario inicial.
No obstante, conforme pasa el tiempo el proyecto va tomando forma y afloran los problemas inherentes del día a día, quizá sea el momento de tomar la decisión de llevar desde dentro la contabilidad.
Habrá que ir pensando en introducir algunos cambios.
En una asesoría se puede llevar en el mejor de los casos una contabilidad financiera técnicamente correcta, pero siempre enfocada desde el punto de vista de la consecución de un ahorro fiscal.
En ningún caso el asesor va a plantearle a la empresa innovaciones operativas en su gestión que supongan no sólo una mejora en el resultado sino también una mejora en los procesos internos de la empresa.
C.E.O. no subestimes el poder de la contabilidad.
La contabilidad es una herramienta poderosísima si se le sabe dar un uso adecuado
Resulta evidente que a muchos C.E.O´s por su perfil comercial o técnico todo lo relacionado con administración y contabilidad les produce auténtica grima, por ello toman en muchos casos la decisión de externalizar la contabilidad.
Valga la redundancia, esta decisión afecta y en qué medida a la «toma de decisiones».
Sin datos no hay información, y sin información no hay conocimiento.
Si se cree que el conocimiento es caro, la ignorancia lo es mucho más
Luis Muñiz «Sisconges estrategia»
Las bases para crear un buen sistema de información.
Para que la información sea útil lo primero que tenemos que hacer es adecuar el Plan General Contable a las necesidades de la empresa para construir una contabilidad financiera que nos permita sentar las bases para obtener una «imagen fiel» de todo lo que acontece en nuestra organización a nivel económico y financiero.
La definición del maestro de cuentas ha de ser el resultado de un profundo proceso de reflexión sobre como queremos que quede reflejada la realidad de nuestra empresa; a saber, inmovilizados, existencias, derechos de cobro, obligaciones de pago a corto y largo plazo…
La creación de cuentas ha de ser acorde a nuestras necesidades de información, es por ello que hemos de evitar dar de alta cuentas que resulten redundantes o que se empleen para reflejar un hecho aislado y con poca importancia o materialidad.
La escalabilidad del personal administrativo
Es de suma importancia que la figura del contable sea susceptible de empoderamiento, con ello quiero decir que su capacitación dé para más que para simplemente meter asientos.
El contable debe estar dotado de capacidad analítica y actitud crítica que le otorgue el potencial de poner en duda todo lo establecido y orientado a la mejora continua.
Sólo este perfil es capaz de aportar valor
¿ Por qué no convertir al contable en un Controller de gestión?
Si una Pyme se está planteando seriamente dar un salto de calidad en su gestión tiene tres opciones:
a) Empoderar al contable con potencial e inquietudes dándole formación en control de gestión.
b) Meter en plantilla un Controller de gestión que siempre puede aportar su visión por el hecho de haber trabajado y desarrollado su experiencia en el ámbito de otras empresas o del mundo de la auditoría.
c) Contratar a un Controller de gestión externo cuyas ventajas son:
– Independencia en la función supervisora por no tener ninguna vinculación emocional con personal de la organización.
– Menor coste en la contratación pues su desempeño va a estar ligado a un proyecto y necesidades concretas, o bien va a facturar en función de las horas que dedique.
Cuadro de mando integral= control por excepción
El Controller en estrecha colaboración con el Gerente, pondrá en solfa las todas las áreas de la empresa; es decir, económico-financiera, comercial y marketing, distribución y logística, aprovisionamiento y producción, recursos humanos, así como nuevas tecnologías.
El siguiente paso será definir los kpi´s, o indicadores de gestión para cada una de las áreas previamente mencionadas y subsanadas.
Los indicadores de gestión nos van a permitir conocer la salud de la empresa a todos los niveles, no sólo en términos financieros, sino de cuestiones tales como la satisfacción de nuestros clientes externos e internos (los trabajadores), e idoneidad de los procesos productivos.
Estos hitos van a suponer una mejora en la calidad de la información y en consecuencia de la toma de decisiones del empresario, quien efectuará un «control por excepción»; es decir, ya no tendrá que perder su tiempo en controles redundantes e innecesarios, sino que únicamente se centrará en aquellos parámetros kpi´s que se desvíen de los objetivos. previamente establecidos.
¿Aún quieres que la contabilidad te la lleve una asesoría?
Te he contado cual es el camino que creo hay que seguir para una gestión integral de la empresa, y esto pasa inexorablemente por no descerebrar al sistema de información.
¿Estás de acuerdo conmigo o quizás no?
Me gustaría que me dieras tu opinión sobre este artículo con independencia de que estés de acuerdo o no, de esta manera entre todos podremos enriquecer este contenido.
🙂
Es cierto que, a pesar de la relevancia de la contabilidad, a menudo hay una brecha en la formación en esta área, lo que puede resultar abrumador para muchos, especialmente para pequeños empresarios o autónomos. Dedicar tiempo a entender la contabilidad es fundamental, pero la complejidad y el tiempo que requiere llevar adecuadamente las cuentas de un negocio a menudo hace necesario recurrir a los servicios de una gestoría. Estos profesionales no solo alivian la carga de trabajo, sino que también aportan su expertise para asegurar que las finanzas se manejen correctamente y cumplan con las regulaciones vigentes, lo que puede ser invaluable.