La calidad del proceso supone la calidad del producto, y significa conseguir la mayor calidad posible del producto con el menor coste en el proceso. En un amplio sentido de la palabra buscamos “la excelencia” en el proceso de transformación, abastecimiento de materias primas, designación de proveedores, almacenamiento y manipulación de los materiales.
Con el objetivo de conseguir el coste mínimo de operación los indicadores del CMI de esta perspectiva deben estar en “continua revisión” para aprovechar los perfeccionamientos conseguidos en los procesos propios de mejora continua y en los avances tecnológicos generados en el exterior.
Ejemplos que influyen en el coste del proceso podrían ser: reprocesos y rechazos, averías en las máquinas por falta de mantenimiento, transportes, manipulaciones y almacenamientos innecesarios, pérdidas de tiempo del personal o de máquinas, tiempo de espera como diferencial entre el tiempo de proceso y el tiempo efectivo de producción, falta de orden y limpieza, accidentes laborales, enfermedades profesionales o la contaminación ambiental, entre otros.
Será preciso establecer indicadores representativos de estos conceptos buscando en todo momento la relación causa-efecto y el cumplimiento de los objetivos corporativos.
Más sobre cuadro de mando: perspectiva de cliente y perspectiva financiera.