Una de las decisiones que más comprometen el futuro y la viabilidad de la empresa, es precisamente la toma de decisión inicial sobre que parte de la inversión a acometer es financiada con aportaciones de los accionistas o con endeudamiento bancario, me estoy refiriendo a la definición de la estructura financiera de la empresa, que por su carácter de estructural ha de evaluar una serie de magnitudes y ratios que no podemos pasar por alto en nuestro estudio.
Fundamentalmente vamos a comparar:
– El tipo de interés del préstamo solicitado (ti).
– El retorno sobre la inversión o rentabilidad económica (ROI): Es el cociente entre el resultado de explotación y el activo destinado a tal efecto.
– La rentabilidad de los fondos propios o rentabilidad financiera (ROE): Es el cociente entre el resultado después de impuestos y los fondos propios.
De modo que:
– Si ROI y ROE > ti, entonces estamos ante un apalancamiento financiero positivo cuyas consecuencias son, que a mayor deuda contraída con bancos, la rentabilidad de los fondos propios destinados a la inversión por el accionista aumentará paulatinamente.
– Si ROI y ROE< ti, entonces tendremos un apalancamiento financiero negativo en donde a mayor deuda contraída con bancos, la rentabilidad de los fondos propios destinados a la inversión por el accionista, se verá reducida . En tal caso, lo idóneo será intentar no acudir en la medida de lo posible al mercado bancario y hacer frente a la inversión con una aportación de capital.
Con el objeto de que se vea con claridad lo expuesto en los párrafos anteriores, adjunto una hoja de cálculo a tal efecto: Apalancamiento financiero.