Entendemos por “conducirnos” el dirigir adecuadamente emociones de forma que trabajan a nuestro favor y no en contra. Hoy en día hay estudios neurológicos que demuestran que la frase limitativa “yo soy así” carece de fundamento.
El carácter está formado en un 30% por nuestro temperamento con un componente claramente biológico difícil de cambiar, y en un 70% por nuestros “pensamientos y hábitos”, perfectamente moldeables. Tenemos cien millones de neuronas, cuyas conexiones se crean hasta que morimos.
El cerebro envejece desde un punto de vista neuronal pero se siguen creando conexiones neuronales.
Según Kill Patrice quien postula que en la zona prefrontal izquierda formamos los pensamientos positivos y en la zona prefrontal derecha formamos los pensamientos negativos, en 21 días se crea una conexión neuronal dando lugar a un “nuevo camino neuronal”, lo que supone cambios en el carácter. Viene a decir que todo hombre, si se lo propone, puede ser constructor de su propio cerebro.
Nuestros pensamientos y no nuestras circunstancias, nos hacen sentir felices o desgraciados, controlando nuestros pensamientos controlamos nuestra vida. Hoy estamos en el lugar al que nos han traído nuestros pensamientos “Napoleón Hill”.
El cerebro es un “músculo” susceptible de ser “entrenado” pudiendo desarrollarlo y potenciarlo voluntariamente; un entrenamiento adecuado consigue eliminar antiguos automatismos, sustituyéndolos por otros que aparecen de forma espontánea.
El tipo de persona en la que nos convertimos es fruto de los resultados que obtenemos, y éstos son consecuencia de nuestros pensamientos y conductas, “el éxito deja rastro”. Consecuentemente debemos entrenarnos en la persona que queremos ser eliminando conexiones neuronales automatizadas y dando paso a otras nuevas que nos llevan en la dirección de lo positivo. Para ello es fundamental entrar de lleno en el conocimiento de “técnicas de automotivación” y llevarlas a la práctica tal es el caso de “comenzar el día con las pilas a tope o bien preguntarnos sin más, ¿por qué me alegro”