Los factores exteriores que determinan la valoración de empresas los podemos dividir en dos bloques:
El primero se refiere a la evolución futura de la economía
Ésta va a venir determinada fundamentalmente por la evolución de la inflación, la variación del PIB, evolución de los tipos de interés y cambios en la normativa fiscal. Las fuentes a las que podemos acudir fundamentalmente para obtener información de las variables anteriormente mencionadas son las siguientes páginas web: ine.es (estadísticas de CCAA), bde.es (Banco de España), mineco.es (Ministerio de Economía y Hacienda).
El segundo bloque a tener en cuenta lo marca la situación económica general del sector
Lo que conecta con la evolución económica general, la evolución tecnológica, el comportamiento del sector y del mercado, así como la evolución sociolaboral. Según sea el sentido que adopten estos cuatro elementos la evolución de la empresa a analizar será “desfavorable, indiferente o favorable”.
Dicho esto, ante una tendencia de recesión en la economía la evolución de la empresa será desfavorable, en situación de estancamiento será indiferente, y en el supuesto de crecimiento moderado y acelerado será favorable. Desde el punto de vista de la evolución tecnológica, la ausencia de cambios será indiferente, y cualquier cambio ya sea lento o rápido afectará de forma favorable a la empresa.
Así mismo, una contracción del mercado será favorable, el estancamiento resultará indiferente, y una ampliación del mismo tendrá consecuencias favorables. Y por último una mayor presión socio laboral tendrá un efecto desfavorable, la falta de cambios en el marco socio- laboral no afectará, y la liberalización supondrá un escenario favorable.