Con el objetivo de cumplir con la estrategia marcada por el accionariado de la empresa de la que soy gerente a día de hoy, además de implementar un “Reporting” como ya he tratado en anteriores fechas, se hacía necesario emplear en la información a reportar al CEO de la empresa algo más que métricas, ratios financieros y contables.
Por ello decidí crear un CMI (Cuadro de Mando Integral), básicamente, se trata de una herramienta estratégica utilizada para definir con mayor precisión los objetivos que conducen a la supervivencia y desarrollo de las organizaciones, formado por una serie de indicadores tanto a nivel cualitativo como cuantitativo a través de los cuales medimos resultados y desplegamos acciones para mejorarlos.
El CMI proporciona las cuatro perspectivas fundamentales sobre las que giran todos los objetivos posibles que se marque un Consejo de Administración, a saber:
- Perspectiva financiera.
- Perspectiva del cliente.
- Perspectiva del proceso interno.
- Perspectiva de aprendizaje y crecimiento.