Como consecuencia de la profunda crisis en la que se han visto inmersas las empresas con procesos industriales del sector náutico, éstas se han visto abocadas a tener que reducir sus plantillas y en muchos casos hay servicios que han tenido que dejar de prestarlos con la consiguiente pérdida de clientela y facturación. Ante esta situación se ofrece como una buena alternativa la posibilidad de buscar un proveedor que preste por nosotros el servicio con una modalidad de subcontrata y seamos nosotros quienes lo facturemos con el consiguiente margen.
Obviamente la “externalización” ha de darse en aquellas funciones que no suponen el “core business” de nuestro negocio.
Las principales ventajas de externalizar servicios son:
1. Nos ahorraremos costes e inversión en la medida de que para realizar determinados trabajos, por ejemplo, la creación de determinadas estructuras como por ejemplo una plataforma de baño, ampliación de la popa, chorreo de un casco con silicato de aluminio, trabajos de carpintería, velamen… supone realizar unos desembolsos para la adquisición de talleres y herramientas a los que posiblemente no podamos encontrar retorno dada la reducción de trabajos especializados a los que se ha visto sometido el sector.
Asimismo no podemos cargarnos de personal especialista por su elevado coste y porque con casi toda seguridad acabarían haciendo trabajos que a un menor precio puede hacer el personal que disponemos.
1. La responsabilidad y profesionalidad que tiene un proveedor externo es habitualmente mayor que la interna.
2. Nos simplifica toda la problemática afecta a la contratación de personal.
3. La especialización y el saber hacer de la empresa subcontratada da lugar mayor calidad en la ejecución y terminado de los trabajos.
Si el servicio subcontratado no es dado con estándares de calidad requeridos siempre podemos acudir a otro proveedor, salvo en el caso de que contractualmente nos hayamos obligado en exclusividad, lo que podría acarrear costes a la hora de rescindir la relación.
Los principales inconvenientes de externalizar servicios son:
1. Pérdida de control sobre la gestión de la función subcontratada, lo que hace que perdamos la posibilidad de proponer alternativas de mejora y reducción de costes.
2. Problemas de calidad por no ser el proveedor el más adecuado, ello viene en ocasiones dado por el hecho de ponderar a la hora de la elección el coste del servicio por encima de otros factores incluso más importantes. Puede dar lugar a mala reputación y pérdida de clientela incluso para trabajos que formaban parte del “core business” dado que la función subcontratada puede proveer de una venta cruzada, y en futuras ocasiones no se nos contrate siquiera el servicio inicial que siempre hemos tenido contratado de forma recurrente por dicho cliente.
3. Falta de exclusividad por parte del proveedor, lo que en momentos con puntas de trabajo puede suponer, o bien no cumplir con las calidades pactadas, o incluso el que no podamos dar servicio.
4. Mal planteamiento legal de la relación con los consiguientes costes ocultos y condiciones que no están bien definidas.
5. Cultura empresarial muy diferente a la nuestra, con lo que se produce una dificultad añadida a la hora de llegar a acuerdos entre ambas partes que sean duraderos en el tiempo.