El valor de una empresa se determina técnicamente en función de una metodología concreta, siendo su precio aquel valor que alguien está dispuesto a pagar por ella.
De índole interna
- Motivos legales.
- Conocimiento del patrimonio: el valor real de la empresa es el valor capitalizado o futuro, el valor de libros no es el valor de la empresa; existe un fondo de comercio que hay que conocer.
- Ampliación de capital: es motivo de valoración.
- Herencia.
- Actualización contable.
- Estudio de emisión de deuda.
- Liquidación de actividad.
- Conocer capacidad de endeudamiento: puede ser considerada por el banco como muy alta, sería preciso ver el fondo de comercio para saber si se puede hacer frente.
De índole externa
- Absorciones.
- Compra de empresas.
- Participación en empresas.
- Fusiones.
- Suspensión de pagos y quiebras.
Todas estas situaciones recomiendan el asesoramiento de un profesional cualificado que, mediante un análisis exhaustivo, sea capaz de cuantificar lo que vale su empresa con exactitud, para que no le den «gato por liebre».