¿ VAN O TIR?

El VAN mide la rentabilidad del proyecto en términos absolutos (en unidades monetarias) y netos (considera la rentabilidad exigida).

Dicho de otro modo, una vez que se han determinado los flujos de caja generados durante la vida de un proyecto de inversión, tanto de signo positivo como negativo; llevamos al momento actual el sumatorio de esos flujos descontados a una tasa determinada que nos indica la rentabilidad mínima exigida por los accionistas a ese proyecto.

Ello es motivado por el hecho de que los flujos obtenidos no se dedican sólo a recuperar la inversión sino a retribuir la financiación obtenida para acometerla.

Si dicho sumatorio es de signo positivo ello quiere decir que con los flujos obtenidos hemos sido capaces de pagar la inversión, retribuir al capital, y aún nos ha sobrado un excedente que es la rentabilidad que han obtenido los accionistas del proyecto.

Como conclusión, si VAN>0 el proyecto genera valor y en un principio sería interesante salvo que comparásemos con otro proyecto con el que fuera mutuamente excluyente y este último tuviese un VAN superior.

La TIR mide la rentabilidad del proyecto en términos relativos (porcentuales)  y no considera la rentabilidad exigida.

Si la rentabilidad del proyecto es superior a la rentabilidad mínima exigida por el accionista entonces nos plantearemos acometer el mismo; de este modo se puede dar el caso de que la TIR sea positiva y sin embargo el proyecto sea rechazado por no alcanzar la rentabilidad mínima exigida, algo que no ocurre con el VAN ya que si este es mayor que cero en principio interesa acometerlo.

El VAN presenta sus ventajas e inconvenientes, pasamos a citarlos a continuación:

Ventajas:

  • Facilidad de cálculo.
  • Considera el diferente valor temporal de los flujos de caja.
  • Permite considerar distinto nivel de riesgo en la inversión: De esta forma se pueden analizar inversiones con un grado distinto de riesgo. Para ello se asocia el nivel de riesgo a la tasa de valoración empleada. Así, a mayor riesgo, el inversor exigirá unas rentabilidades mayores a la inversión (prima de riesgo) y, por tanto, se introduce una tasa de actualización más elevada. Planteando distintas tasas de interés para distintos riesgos, se podrá comparar inversiones con diferente grado de riesgo, ya que las distintas tasas de valoración actúan como un factor de homogeneización

Inconvenientes:

  • Dificultad al elegir el valor de la tasa de valoración a la que descontar los flujos de caja del proyecto. En este sentido, se pueden tomar como valores posibles:
  1. – Rentabilidad mínima exigida para otros proyectos similares. Como referencia, se utiliza la rentabilidad de las inversiones sin riesgo (la rentabilidad de la deuda pública) incrementada en la prima de riesgo necesaria.
  2. – Coste de capital o coste medio ponderado de los recursos financieros empleados ( coste de la financiación de los fondos empleados)
  • Hipótesis poco realistas para la reinversión de los flujos intermedios generados por la inversión. El criterio VAN supone que los flujos de caja positivo son reinvertidos, mientras dure la inversión, a un tipo de interés igual a la tasa de valoración elegida y que los flujos netos de caja negativo son financiados con capital cuyo coste es también a la misma tasa.

 

El TIR presenta sus ventajas e inconvenientes, pasamos a citarlos a continuación:

Ventajas :

  • Considera el valor temporal de los flujos monetarios de la inversión.
  • Proporciona una medida relativa del proyecto.

Inconvenientes:

  • Dificultad de cálculo, subsanable con el empleo de hojas de cálculo.
  • Hipótesis de reinversión/refinanciación de los fondos intermedios generados por el proyecto a una tasa igual al TIR. El criterio TIR supone que los flujos de caja positivos son reinvertidos, mientras dure la inversión, a un tipo de interés igual a la tasa TIR y que los flujos netos de caja negativos son financiados con capital cuyo coste es también igual al TIR.

Como consecuencia de este supuesto implícito en el cálculo del TIR, y precisamente con la intención de corregir el inconveniente que esto supone, algunos analistas calculan lo que denominan el tanto interno de rendimiento corregido (TIRC), el cual no es el TIR de ninguna inversión, sino el resultado de considerar conjuntamente los flujos del proyecto estudiado y el destino que de los flujos intermedios se hace durante el transcurso del horizonte del estudio del proyecto.

  • La posibilidad de que el proyecto no tenga una rentabilidad real, lo que se conoce como inconsistencia del TIR; esto ocurre cuando no presenta ninguna rentabilidad positiva real, o cuando presenta dos o más rentabilidades positivas reales.

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